INTRODUCCIÓN
El
término templo (del latín templum)
designa un edificio sagrado. Muchas religiones, si no todas, tienen edificios
que se consideran sagrados, los templos, que también suelen tener otras
denominaciones según la religión.
Los
templos son lugares donde se llevan a cabo las más altas expresiones de
adoración religiosa. La idea esencial de un templo es y siempre ha sido la de
un lugar especialmente apartado para el servicio considerado sagrado.
Las
características en la construcción de los tiempos varían, principalmente, según
la religión a la que pertenecen y a la época en la que son construidos.
La arquitectura religiosa se ocupa del diseño y la construcción
de los templos, tales como iglesias,
mezquitas, stupas, sinagogas, o
simplemente templos. Muchas
culturas han dedicado grandes cantidades de recursos a su arquitectura
religiosa, y sus lugares de culto y espacios sagrados se encuentran entre las edificaciones más impresionantes y perdurables que
ha creado la humanidad. Por dicha razón, la disciplina occidental de Historia
de la Arquitectura sigue en buena medida la historia de la arquitectura
religiosa desde las épocas más remotas hasta por lo menos el período Barroco. La geometría sacra, la iconografía y el uso de sofisticadas semióticas tales como signos, símbolos y motivos
religiosos son endémicos en la arquitectura religiosa.
Las estructuras religiosas a menudo evolucionan durante períodos de
varios siglos y eran las mayores construcciones del mundo, antes de la
existencia de los modernos rascacielos. Mientras que los diversos estilos
empleados en la arquitectura religiosa a veces reflejan tendencias de otras
construcciones, estos estilos también se mantenían diferenciados de la arquitectura
contemporánea utilizada en otras estructuras. Con el ascenso de las religiones
monoteístas, los edificios religiosos se fueron convirtiendo en mayor medida en
centros de oración y meditación.